Cuando hablamos de sexo oral nos referimos a la estimulación de los genitales usando la boca, la lengua, los dientes, o la garganta. Se practica habitualmente lamiendo o chupando la vagina, el pene o el ano. Muchas personas piensan que la práctica de sexo oral es más sana que otras actividades y conllevan menos o incluso nada de riesgo. Sin embargo, la realidad es distinta, este tipo de prácticas conllevan los mismos riesgos de transmisión de enfermedades y desarrollo de cáncer que las demás actividades sexuales.
Dar o recibir sexo oral aumenta las posibilidades de transmitir una ITS (infección de transmisión sexual) o una ETS (enfermedad de transmisión sexual) como sífilis, herpes o gonorrea. Las opciones son todavía mayores si la pareja tiene llagas, cortes o heridas en la boca, cerca de ella, en los genitales o en el ano.
El riesgo de transmitir VIH también existe, aunque bien es cierto que es muy complicado que esto suceda.
El VPH (virus del papiloma humano), puede afectar a la piel o a las zonas mucosas del cuerpo, incluyendo boca, vagina, amígdalas, ano, lengua o pene. La infección se da cuando hay interacción del virus con alguna de estas partes.
Algunos consejos:
* Los riesgos por sexo oral se pueden reducir utilizando preservativo ya que este actúa como barrera física, previniendo de esta manera el VIH o cualquier otra ETS.
* No hagas nada que pueda producirte cortes en la boca antes de practicar sexo oral.
* Evita el sexo vaginal durante la menstruación.
* Evita el sexo fuerte y prolongado.
* No practiques sexo oral si tu pareja tiene llagas en la boca.
Siguiendo estos sencillos consejos, las probabilidades de contagiarnos algo se reducirán a su mínima expresión. Lo importante es ser conscientes que el sexo oral sí causa problemas, pero no todo el mundo lo tiene claro. Insistimos, debemos protegernos obligatoriamente en el sexo oral pues es tanto o más peligroso que el coito.