Aunque ella misma aseguraba haber nacido en Sevilla en 1823, la bailarina y cantante María Dolores Gilbert, más conocida por su nombre artístico de Lola Montes, nació en la ciudad de Sligo, Irlanda, en 1818. Fue una artista que recorrió con éxito la Europa de inicios del siglo XIX, pero también acumuló muchos escándalos.
Al cumplir los 13 años, descubrió que podría conseguir todo cuanto se propusiese si sabía aprovechar su extraordinario atractivo físico; y eso fue algo que hizo durante toda su vida, pero siempre mostrando un criterio muy selectivo. Por ejemplo, en cierta ocasión se negó a mantener relaciones sexuales con el virrey de Polonia porque éste llevaba dentadura postiza.
Tras casarse tres veces y mantener escandalosas relaciones con muchos amantes de toda Europa (incluidos Franz Liszt y Alejandro Dumas, padre), se convirtió en amante oficial del rey Luis I de Baviera, quien le otorgó los títulos de baronesa de Rosenthal y condesa de Landsfeld.
Cierto día un escritor de la época, contó que el rey le había confesado que Lola Montes “podía realizar milagros con los músculos de sus partes privadas".
Tras casarse tres veces y mantener escandalosas relaciones con muchos amantes de toda Europa (incluidos Franz Liszt y Alejandro Dumas, padre), se convirtió en amante oficial del rey Luis I de Baviera, quien le otorgó los títulos de baronesa de Rosenthal y condesa de Landsfeld.
Cierto día un escritor de la época, contó que el rey le había confesado que Lola Montes “podía realizar milagros con los músculos de sus partes privadas".
Fue tal el escándalo que levantó aquella relación, que, ante la presión cortesana y popular, el rey tuvo que abdicar. Viendo que la cosa se ponía color de hormiga, Lola Montes prefirió emigrar entonces para Inglaterra, y más tarde a Estados Unidos, donde se mantuvo fiel a su estilo de vida, pero una mala racha la hizo terminar como indigente en las calles de Nueva York.